Ha florecido Sol en Mayo

Ha florecido Sol en mayo… un Sol radiante que ha iluminado las plazas,
las ciudades, los países y el mundo.

Fue casual que caí en la manifestación del 15-M, yo no tenía ni idea de ese acontecimiento, así es que quedé con un amigo porque me tenía que entregar unas cosas ahí en el acto mismo pero con idea de largarme pronto… joder¡ me bajé en Sol para ir hacia Cibeles y me encontré con el público que subía por Alcalá, yo pensaba que serían cuatro gatos, pero no, eran más, algunos más, muchos más.

Me mezclé con la gente, algunos amigos, me contagié de esa “cosa” que te dice que ese es el lugar donde mejor puedes estar en ese momento, terminé el recorrido para acabar con unos amigos intercambiando impresiones tomando algo.

Pasó el lunes y el martes, me llegaban algunas noticias sobre la Puerta de Sol, que si algunos que quieren acampar, que la poli que los quiere echar, en fin yo como si nada. Pero el miércoles, aunque había una convocatoria a las 20,00 h, cuando salí del trabajo ya sentía que tenía que estar allí, así me hice mis planes ya que tenía reunión a las 19,30. Después de comer traté de dormir un rato pero fue imposible, algo me daba vueltas en la cabeza y no paraba… parecía que tenía que comprobar o vivir que estaba pasando en Sol, una fuerza me atraía y a las 17,30 estaba plantado en la Puerta del Sol, poca gente a esas horas, me recorrí toda la plaza, leía los primeros carteles que decoraban el sitio y me tomé un café para así dejar correr el tiempo.

A partir de ese momento todo ha sido un acelerón en mi vida, no he dejado de ir prácticamente ningún día, incluso días de reunión me pasaba antes y después de esta, era una revolución con sensibilidad humanista, es increíble me decía, más de 20 años luchando por que la gente salga a la calle para reclamar sus derechos, para organizarse, en fin tantas cosas y siempre con la no-violencia por delante y ahora está ahí, se ha producido sin más, y lo mejor de todo es que lo ponen en marcha sobre todo jóvenes. Bueno tengo que decir que no dejaba de ir a Sol porque me sentía como en mi casa por no decir mejor que en mi casa, porque tenía la certeza de que eso había que apoyarlo con todas, porque se respiraba el espíritu de los nuevos tiempos, porque nos unía el futuro y nos separaba… (nada).

Se empezaban a crear las asambleas y las comisiones de trabajo para tratar de darle forma a todo eso, yo acabo participando en una comisión llamada de Espiritualidad, fue la primera con la que me tropecé, seguro que si es otra me hubiese ocurrido igual, pero se daba ese clima tan especial de respeto entre la gente que ahí participaba, esa forma de trabajo asambleario donde todo se consensúa, donde todos los participantes pueden hacer sus propuestas y ser escuchados y elegir la que uno cree mejor, me encajó totalmente. Así asistí a varias asambleas, aunque se hacían interminables, y a veces no me quedaba hasta el final, siempre me llevaba un aprendizaje nuevo sobre lo que estaba ocurriendo en Sol, era verdaderamente lindo escuchar, aunque no estaba de acuerdo, pero tenía que respetar a los demás dijeran lo que dijeran y no se estaba definiendo si yo o los demás estaban de acuerdo o no sobre los procedimientos de trabajo que cada uno planteaban, sino era como sumar en una dirección donde vamos todos y todos cabemos y tenemos que estar y podemos aportar. Aquí me encontré gente de diferentes corrientes; budistas, no se qué de las 13 lunas, otro que decía sobre el calendario maya, y cuando se planteó la decisión de seguir acampados o marcharnos y unos decían que el mejor momento era el domingo siguiente –cuando concluían 2 semanas- porque las energías de la tierra, el sol y el universo estaban alineadas, y el del calendario maya decía que no porque aun no se han cumplido no sé que cosa según ese calendario que dejaron esos tipos hace miles de años… me di cuenta que tenía que ser muy flexible con mi forma de pensar, bueno que en realidad la situación me estaba haciendo ser flexible. En una ocasión, en la asamblea, yo manifesté que me consideraba ateo, pero que sí me parecía importante el tema de la espiritualidad, y que para mi estaba no sólo cuando hacía meditación y todo eso, si no que en mi vida cotidiana también trataba de buscar, el caso que en un momento dado descubro; como yo ateo estoy participando en asambleas de espiritualidad… el mundo no está cambiando, el mundo ya cambió.

Y entre días de mucho griterío y tamboreadas, eslóganes y cánticos, reflexiones y votaciones, minutos de silencio y de emoción incontenible, yo iba sembrando eso que recogía en Sol, así animaba a compañeros del trabajo a pasarse por Sol para que se contagiaran de ese espíritu especial que allí se vivía, con uno experimenté algo que se me había olvidado, que era; en Sol no hay ideologías ni credos ni ateos… o mejor dicho, pueden estar todos, pero de forma verdaderamente sentida, porque encasillo rápido a la gente, la cosa empezó “que si los hijos de putas de sol” (nunca agradeceré tanto que me llamaran así jaja), sin saber que yo era de los de Sol, y conforme avanzaba la conversa se dio cuenta que metió la pata, pero yo ni hice caso de la palabreja y sí me salió la no-violencia por antonomasia, él era votante derechista, y yo le explique, “es que no se enteran ni los de derechas ni los de izquierdas ni los creyentes ni los ateos, y cada uno ve su particular perjuicio en lo que está pasando en Sol, pero que no se corresponde…. etc, etc”. Se dio una conexión muy buena y a mi me quedó más claro que estaba pasando en esa plaza y como pensaban otros y que pensaban, y que en realidad lo que hay que cambiar son los pensamientos.

Sintetizando diría que el mundo está cambiando desde la no-violencia, con una sensibilidad humanista donde yo puedo aprender mucho y también aportar y estoy muy agradecido de lo que está pasando.

Ismael